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Minvivienda

LA VIVIENDA Y EL AGUA COMO MOTOR DE EQUIDAD Y CRECIMIENTO:
TRES EJES DE SU ÉXITO


Por: Jonathan Malagón
Ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio

Lo que está sucediendo en materia de vivienda y agua en Colombia no tiene precedentes. El sector ha impulsado el cierre de brechas y es un protagonista de la reactivación económica. Cifras recientes del DANE revelaron que, a pesar de los embates generados por el aislamiento, entre 2019 y 2020 el déficit habitacional se redujo, así como las privaciones en las cinco variables relacionadas con la dimensión de vivienda y agua en el índice de pobreza multidimensional.

MinVivienda

Los buenos resultados que hoy muestra el programa

Casa
Digna Vida

Digna no serían posibles sin el soporte técnico y el trabajo articulado entre Minvivienda y Findeter.

Por su parte, en lo corrido de 2021, los diferentes indicadores ratifican la importancia de la política de vivienda para impulsar la actividad económica. Según Coordenada Urbana, durante los primeros nueve meses del año en Colombia se han comercializado más de 176 mil viviendas, cuando el promedio histórico para el mismo periodo no supera las 130 mil. Además, tanto en el sector edificador como en el de agua se ha generado empleo como nunca antes, alcanzando un millón de ocupados en el primer caso y 187 mil personas en el segundo en agosto de este año.

Las implicaciones sociales y económicas de estos logros trascienden las cifras y se traducen en un país más equitativo y con una economía que se recupera rápida y sostenidamente. Estas conquistas son producto de una agenda de política decidida que el Gobierno del presidente Iván Duque ha desplegado estos tres años y que se fundamenta en tres ejes: inyección presupuestal, modernización del sector y trabajo en equipo.

En primer lugar, el esfuerzo presupuestal de este Gobierno ha incrementado sustancialmente las inversiones en la cartera. Precisamente en 2021, en el marco de la estrategia de reactivación económica Compromiso por Colombia, el sector obtuvo la mayor apropiación de recursos en su historia con $5,6 billones1, lo que significó, además, la mayor asignación presupuestal para el sector de agua potable y saneamiento básico.

En el caso del sector vivienda, esta mayor inversión ha permitido apalancar la estrategia de los 200 mil subsidios, traduciéndose en ritmos sin precedentes de asignación y compra de vivienda. Así, se han entregado más de 177 mil subsidios entre VIS y No VIS. Especialmente el segmento VIS sobresale por el aumento en su velocidad de asignación. Mientras que antes de agosto de 2018 se asignaban 53 subsidios diarios, para septiembre de este año la asignación supera los 407. La otra gran parte de este impulso económico corresponde al sector de agua. Se lanzó Compromiso por Colombia Capítulo Agua, una estrategia que moviliza inversiones por $2,6 billones en 185 proyectos de agua potable y saneamiento básico, beneficiando a 6,6 millones de personas. Hoy se han terminado 14 obras, 82 están en ejecución y las restantes están próximas a iniciar.

En segundo lugar, la modernización e innovación normativa en el caso del sector vivienda ha fortalecido la institucionalidad del sector con el reconocimiento de la política de vivienda como una política de Estado, gracias a la expedición de la Ley de Vivienda y Hábitat este año. Además, los avances normativos han fortalecido el esquema de asignación de subsidios, con medidas tan importantes como la habilitación de la concurrencia de subsidios con las cajas de compensación familiar. Esto ha permitido no solo impulsar la demanda sino mejorar la progresividad en la asignación. Los subsidios VIS otorgados a hogares con ingresos inferiores a dos salarios mínimos pasaron del 26 % antes de 2018 a cerca de 80 % en la actualidad.

Por su parte, aunque el sector de agua tiene un soporte normativo importante con la Ley 142 de 1994, en los últimos tres años se han realizado cambios para mejorar su eficiencia. Por ejemplo, en 2020 el sector fue el primero en adoptar los pliegos tipo para la contratación de obras bajo la modalidad llave en mano o por etapas. Estos lineamientos estandarizados blindan el desarrollo de las obras haciendo más transparente el proceso de contratación.

Finalmente, el trabajo en equipo ha sido un eje fundamental para este sector que, de la mano de los entes territoriales, el sector privado, el Congreso de la República y otras entidades se ha fortalecido. Una mención especial merece la articulación entre Minvivienda y Findeter. Los buenos resultados que hoy muestra el programa Casa Digna Vida Digna, con más de medio millón de hogares beneficiados, no serían posibles sin el soporte técnico y el trabajo articulado entre las dos entidades. También vale la pena resaltar el trabajo que se ha llevado a cabo este año para enfrentar las consecuencias del huracán Iota en las Islas de San Andrés y Providencia, donde el esfuerzo conjunto ha permitido que la reconstrucción avance a buen ritmo, por lo que hoy ya se han entregado más de 900 soluciones de vivienda.

El trabajo alrededor de estos tres ejes ha sentado bases para las acciones a emprender en la próxima década. Se estima que de aquí a 2030 se construyan más de 2,5 millones de viviendas. Esta expansión implica retos en la habilitación de suelo y la profundización de los esquemas de subsidios. Por esta razón, se proyecta haber entregado más de 250 mil subsidios para cierre de 2022 y cumplir la meta de las 16 mil hectáreas habilitadas.

Por otro lado, el país sigue en el camino para reducir el déficit cualitativo de vivienda. En lo que resta de gobierno se seguirá impulsando la atención a este aspecto. De esta manera, Minvivienda firmó en septiembre una operación de crédito con el Banco Mundial por US$136,7 millones para financiar el programa Casa Digna Vida Digna hasta 2026. Para agosto de 2022 se habrá beneficiado a 620 mil hogares con el programa.

En cuanto a agua y saneamiento, para el 2030 Colombia espera lograr la universalización del servicio. En lo corrido del gobierno hemos avanzado en esta tarea logrando hoy que 2 millones de personas hayan accedido a agua potable por primera vez, y 2,3 millones a soluciones de saneamiento básico. Al cierre del cuatrienio, con las obras e inversiones que se materializarán, serán 3 millones de personas con acceso agua y 3,28 millones con saneamiento. Además, con el fin de migrar a un modelo de desarrollo sostenible, el país pasará de tratar el 42,6 % de las aguas residuales y reciclar menos de un 5 % de sus residuos sólidos en 2017 a tasas de 54 % y 15 % respectivamente, en 2022.

Sin duda alguna más recursos, una normatividad moderna y más trabajo en equipo son los propulsores del éxito de la política de vivienda y agua en Colombia y serán instrumentos relevantes para seguir consolidando el cierre de brechas, la reactivación económica y hacer frente a los desafíos que tenemos como país en la próxima década.