MEMORIAS

Retos y soluciones

26 de Julio de 2022

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Findeter y las otras entidades involucradas en la reconstrucción debieron afrontar una serie de desafíos que se pueden agrupar de la siguiente manera: logísticos, sociales, y técnicos.  

 

En el caso de los primeros, el transporte marítimo fue el medio principal usado para la llegada de materiales a la isla. No obstante, los tiempos de recorrido, carga y descarga de material, además de las dificultades relacionadas con la capacidad de la isla, fueron parte de las principales dificultades. 

 

El cargue, revisión de antinarcóticos, navegación y descargue podía tomar hasta 15 días, pero los problemas más acentuados se daban en la descarga de los materiales, ya que Providencia solo contaba con un muelle de descarga y una grúa de poca capacidad, esto hizo que hubiera meses en los que hasta cinco barcos tuvieron que esperar una a dos semanas para realizar su descargue, lo que implicó pérdidas en tiempo de trabajo sobre tierra. 

 

 

El muelle alterno en Providencia ayudó a agilizar la llegada de materiales.
El muelle alterno en Providencia ayudó a agilizar la llegada de materiales. 

 

Fue necesario llevar cerca del 80% de mano de obra calificada y no calificada desde el continente, esto representó un desafío social. Para permitir la entrada del personal de forma expedita, a través de la UNGRD se tramitó el Decreto 243 de marzo de 2021 del Ministerio del Interior, que permitió el ingreso y la circulación al departamento del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, en situaciones de desastre y calamidad pública. 

 

En ese sentido, antes de iniciar la reconstrucción se realizó un análisis sobre el incremento en el consumo de agua que tendría la isla debido al aumento de la población flotante, y las consecuencias del huracán sobre su principal fuente de abastecimiento del acueducto: la microcuenca Fresh Water Gully, donde se ubica el embalse de Agua Dulce. Se calculó un déficit de producción de agua de 557 m3 de líquido. Para aumentar su producción, Findeter fue contratado por MinVivienda para dragar el embalse de Agua Dulce y aumentar su capacidad de almacenamiento; realizar los gaviones (muros de contención) que evitan que entren grandes sedimentos al embalse; construir dos tanques de almacenamiento de 405 m3 cada uno, y luego, realizar la optimización de la planta de agua potable para que llegue a su capacidad máxima de 23 litros por segundo. 

 

El embalse de Agua Dulce fue dragado por Findeter
El embalse de Agua Dulce fue dragado por Findeter

 

Otro de los obstáculos estuvo relacionado con el COVID-19, ya que la segunda ola de la enfermedad se dio al mismo tiempo que el paso del huracán, por ello este factor fue determinante en las obras. Cada alerta sobre algún caso en los trabajadores obligó a una cuarentena de las cuadrillas, lo que ocasionó retrasos en la reconstrucción. Ante esta situación y para evitar que la población resultara perjudicada, MinSalud decidió vacunar a todos los habitantes de las islas. 

 

Para acercarse a la comunidad Findeter creó un equipo social compuesto por más de 20 personas, de las cuales la mayoría son raizales, con el objetivo de que la comunicación con los locales fuera más fluida. 

 

 

El equipo social de Findeter realizó reuniones con la comunidad para escucharla y dar a conocer los avances en el proyecto.
El equipo social de Findeter realizó reuniones con la comunidad para escucharla y dar a conocer los avances en el proyecto. 

 

El reto técnico estuvo relacionado con 1.845 viviendas que había que reparar o construir desde cero, ya que las casas estaban ubicadas a lo largo y ancho de 17 km, en dos islas, por esto, cada una de ellas fue manejada como un proyecto independiente, con su propio estudio de suelos, diseño de estructura y cimentación. Para respaldar las obras y acelerar su construcción Findeter realizó cinco convenios con las Fuerzas Armadas de Colombia. 

 

Otro desafío se presentó al verificar los lotes en donde se encontraban las casas destruidas, pues en un 40% de los espacios (364 lotes) no cabían las casas concertadas con la comunidad. Esto implicó la creación de una solución llamada vivienda ajustada al lote (VAL), la cual permite la construcción de una casa nueva ajustada al espacio disponible siguiendo los diseños concertados en las mesas con la comunidad. 

 

Ante cada nuevo desafío, se pensó en soluciones innovadoras así fue como poco a poco se logró sacar todo el proyecto de reconstrucción de Providencia adelante.  

 

Lo invitamos a leer el capítulo completo en la Biblioteca de Findeter 

 

Acceda a Providencia: una isla por el futuro