HISTORIAS DE PROVIDENCIA

Comprometida con la comunidad

07 de Septiembre de 2022

FacebookTwitter

Lianta supo cambiar de perspectiva y cuando el líder social Lyle Newball le ofreció ayudar a los isleños después del paso del huracán, no se negó. “Siempre he tenido contacto con las personas, aunque antes era mucho más cercana con los turistas que a la comunidad”, cuenta.

Después de un tiempo de gestionar cómo se distribuirían las ayudas comunitarias, Lianta se unió al equipo social de Findeter para socializar cómo iba a ser el proceso de construcción y rehabilitación de viviendas, desde el inicio hasta la apropiación del espacio una vez entregada la casa.

Lianta junto a su hija en la puerta de su casa
Lianta junto a su hija en la puerta de su casa.

En un comienzo, la “comunidad no creía y me preguntaban si la reconstrucción se iba a lograr, yo les respondía que iba a ser difícil porque no eran una casa ni dos, les pedía que viéramos el proceso. Al inicio tenía miedo, pero siempre tuve la actitud más positiva del grupo, que me decía que se iba a poder y era mi deber transmitir esa seguridad”, recuerda. Lamentablemente, al inicio del proceso, Lianta tuvo que suspender su trabajo por causa de una calamidad familiar, su esposo sufrió un accidente en la moto y ella tuvo que cuidarlo.

“Sentía mucha presión porque tenía que mantener mi casa, mi familia, pero también tenía una responsabilidad con la comunidad, por eso volví a trabajar apenas pude”. Junto a ella, 5 mujeres y hombres hicieron parte del equipo social del proyecto, visitaron la isla, sector por sector, “se les presentó el proyecto y conversamos con la gente para ver qué pensaban”, agrega.

La comunidad raizal tiene su propia cultura y la comunicación con ellos fue, en muchos casos, compleja; sobre todo con los adultos mayores que solo hablan criol, por esta razón fue importante contar con raizales en los equipos sociales.

“Recibí muchas llamadas de la comunidad que decían que como yo estaba con Findeter confiaban más en el proceso, porque creían en mí y se podían comunicar mejor”, explica Lianta. Aunque no siempre fue fácil, asegura que la satisfacción más grande se la dio el agradecimiento de su gente, visitar una casa y saber que ella puso su grano de arena para que fuera posible es algo que siempre llevará en su corazón.

“Estoy muy feliz con el equipo, tengo una familia en Findeter, porque siempre me apoyaron y porque la comunidad está satisfecha con el proceso”. Para concluir, Lianta asegura que el turismo volverá con más fuerza a la isla, a la nueva Providencia, y que ella estará con los brazos abiertos para darle la bienvenida a todos.

Lo invitamos a conocer esta y más historias de vida en "Historias que mueven"