La Casa del Artesano revive

Findeter implementó una política de contratación directa con Juntas de Acción Comunal (JAC). De la mano de Artesanías de Colombia son tres los pilotos que se ejecutaron a través de convenios solidarios y que contaron con la participación de organismos de acción comunal.

“Estaba totalmente en ruinas. No había casi cómo entrar. El agua se venía por todos los sectores. Entonces nos hicimos a la tarea de restaurarla, y ya en este momento se ve lo que pudimos hacer”. Así se refiere Gabriel Alfonso Martínez, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Resguardo de Occidente de Ráquira, Boyacá, a la transformación de la casa del artesano.

Las labores de rehabilitación fueron el resultado del trabajo de Artesanías de Colombia y Findeter, como aliado estratégico, que unieron fuerzas para adecuar esta infraestructura y convertirla en un centro de aprendizaje y creatividad, de la mano de asociaciones comunitarias, quienes ejecutaron estas obras.

“Fue un rescate muy importante. La casa llevaba 20 años abandonada. Con la participación de la comunidad logramos realizar todo este proceso de pintura, de restablecer la madera, recuperar la cocina, los hornos y una serie de acciones que van a permitir poner en funcionamiento la Escuela de Saberes de Formación Ancestral”, explica Patricia Martínez, vicepresidenta Técnica de Findeter.

Tejeduría, alfarería y talla en madera son algunos de los oficios que tendrán lugar en este espacio, que estará destinado no sólo a la formación de una generación de artesanos de relevo, sino a la comercialización de productos que son testigos de la historia de Ráquira.

“Estamos ad portas de hacer realidad este gran sueño de abrirles espacios a nuestros artesanos y artesanas para que se acerquen a fortalecer sus saberes ancestrales y tradicionales y mantener viva esa tradición”, señala Adriana Mejía, gerente de Artesanías de Colombia, y quien lideró esta estrategia, cuyos resultados no se materializan únicamente en la mejora de la infraestructura física, sino en la dignificación del espíritu y la labor de los artesanos del país.

Precisamente sobre el impacto de estos trabajos, Jorge Armando Salinas, artesano de Ráquira, dice: “me siento como en casa. Es muy emocionante que la artesanía reviva, que llegue la gente y vea cómo el alfarero coge la arcilla, la aprieta y la comienza a moldear (…). Entonces es eso, es volver a traer cultura, incentivar turismo”.

Además de las intervenciones realizadas en esta infraestructura, también se adelantaron obras en un local comercial ubicado en el Claustro Las Aguas, en Bogotá. Se trata del restaurante Sabores y Saberes, que abrió sus puertas para celebrar la gastronomía y la artesa- nía local en el corazón de la capital.

El espacio fue renovado en su totalidad de la mano de la Junta de Acción Comunal del barrio Belén. “Es muy bonito que tengan en cuenta a las juntas porque nosotros trabajamos muy duro. Es muy importante que se nos invite a trabajar, que se nos reconozca el trabajo y poder sacar adelante este tipo de proyectos y ojalá se sigan dando estas alianzas”, explicó Liliana Gaviria, presidenta de la junta que ejecutó los trabajos.

Y, por último, en San Jacinto renace la Casa del Artesano. Las adecuaciones desarrolladas en este centro permitirán fortalecer su rol como epicentro cultural y comercial de Bolívar. Las obras incluyeron mejoras significativas como el cambio de la cubierta, instalaciones eléctricas, fachada, y reparaciones en paredes y pisos.

Las intervenciones llevadas a cabo en estos tres espacios, pilotos de contratación directa con organismos de acción comunal, no solo representan una renovación física, sino que se consolidan en un pilar fundamental en el esfuerzo de dignificar y revitalizar el espíritu y la cultura de la artesanía colombiana.

Para conocer más sobre este proyecto te invitamos a dar clic aquí.