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Reperfilamiento de deuda: una solución para sanear las finanzas territoriales

06 de Noviembre de 2025

En tiempos de incertidumbre económica, contar con herramientas financieras que liberen recursos y fortalezcan la capacidad de respuesta de los territorios es clave para impulsar su desarrollo.

Te invitamos a leer este y otros artículos en la más reciente edición de nuestra revista Territorios.

 

Contar con unas finanzas públicas sanas es esencial para el buen funcionamiento de los gobiernos locales. Tal como lo señala la Dirección de Apoyo Fiscal (DAF) del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, la sostenibilidad fiscal es la base sobre la cual las entidades territoriales construyen su capacidad de gestión, inversión y respuesta ante las necesidades ciudadanas.

 

“Unas finanzas sólidas brindan margen de maniobra ante choques exógenos o situaciones imprevistas, como lo fue la pandemia del COVID-19, permitiendo reaccionar con agilidad para proteger a las comunidades más vulnerables y asegurar la continuidad de los programas sociales”, explica Néstor Mario Urrea, director de Apoyo Fiscal del Ministerio.

 

El desafío del financiamiento y el peso del servicio de la deuda

 

Aunque los departamentos y municipios en Colombia cuentan con diversas fuentes de ingresos —como el Impuesto de Industria y Comercio (ICA), el impuesto predial, las sobretasas, las transferencias del Sistema General de Participaciones (SGP), las regalías, entre otras—, estos recursos muchas veces resultan insuficientes para cubrir las crecientes necesidades sociales y de infraestructura.

 

Por esta razón, las entidades territoriales acuden con frecuencia a la financiación mediante créditos con la banca comercial, lo que implica apropiar cada año montos significativos de sus presupuestos para atender el pago de estos compromisos.

 

En este sentido, la posibilidad de reducir la tasa de interés de un crédito permite apropiar menos recursos para el servicio de la deuda y, a su vez, reinvertir esos excedentes en programas sociales y proyectos incluidos en los planes de desarrollo.

 

Una solución concreta: línea de redescuento de Findeter

 

Con el propósito de brindar herramientas que fortalezcan la gestión financiera de los entes territoriales, la Banca de Desarrollo Territorial –Findeter– creó una línea de crédito de redescuento diseñada específicamente para mejorar la eficiencia del gasto público, mediante el acceso a financiamiento con condiciones más favorables.

 

Esta línea ofrece tasas competitivas y plazos amplios, lo que permite reperfilar las obligaciones existentes, optimizar el servicio de la deuda y redirigir recursos hacia proyectos de alto impacto social.

 

Hasta la fecha, más de 185 municipios han sido beneficiados con desembolsos que superan los $1,06 billones, destinados al reperfilamiento de deuda. Esta operación ha permitido liberar caja para avanzar en la ejecución de programas priorizados en sus planes de gobierno.

 

Historias que transforman: Popayán, Astrea y Victoria

 

Uno de los municipios beneficiados ha sido Popayán, que accedió a una sustitución de deuda por más de $53.000 millones. Esta operación fue clave para aliviar la situación financiera que atravesaba la capital del Cauca.

 

“El municipio estaba pasando por un momento difícil financieramente, con múltiples obligaciones y bajos ingresos. Estábamos buscando fórmulas para aliviar esta carga cuando, en buen momento, aparece Findeter con esta oferta institucional de reperfilamiento. Gracias a ello, logramos un ahorro superior a los $9.000 millones en el pago de intereses bancarios”, señaló el alcalde Juan Carlos Muñoz.

 

El mandatario también destacó que los recursos liberados han sido redirigidos a iniciativas que benefician directamente a la comunidad, como infraestructura, galerías, dotación deportiva y programas sociales. Uno de los más relevantes ha sido el Plan de Alimentación Escolar (PAE), que ha ampliado su cobertura gracias al ahorro generado con el crédito.

 

“El año pasado, solo el 52 % de los niños accedía al PAE. Este año, logramos destinar $1.500 millones adicionales al programa y alcanzamos una cobertura del 65 %”, puntualizó el alcalde.

 

La mayoría de las entidades territoriales que han accedido a esta línea de crédito pertenecen a las categorías 3, 4, 5 y 6, donde las limitaciones presupuestales son mayores y cada ahorro representa una oportunidad concreta para mejorar la calidad de vida de las comunidades.

 

Tal es el caso de Astrea, en el departamento del Cesar. Allí, la sustitución de deuda permitió reducir el costo del servicio financiero del municipio. Según explicó Juan Carlos Velaidez, secretario de Hacienda, la operación con Findeter generó beneficios tangibles: “La reducción en la tasa de interés nos permitió ahorrar varios puntos sobre créditos ya existentes. Estos ahorros liberan recursos para libre inversión o para apalancar otros proyectos y servicios sociales. En algunos casos, la disminución en el costo de la deuda ha oscilado entre el 12 % y el 15 %”, señaló el funcionario.

 

Por su parte, el municipio de Victoria, en el departamento de Caldas, también decidió mejorar el perfil de su deuda y contrató un crédito por $300 millones. De acuerdo con la Alcaldía, esta operación permitió refrescar las obligaciones del municipio y liberar una porción de recursos del Sistema General de Participaciones que habían sido pignorados, posibilitando así nuevas inversiones en infraestructura y bienestar social.

 

Endeudamiento con propósito: una herramienta estratégica

 

Es importante resaltar que el endeudamiento, en sí mismo, no debe entenderse como un aspecto negativo. Tal como lo señala la Dirección de Apoyo Fiscal del Ministerio de Hacienda, cuando se gestiona con un propósito claro, puede convertirse en una poderosa herramienta de desarrollo.

 

“Cuando el endeudamiento es orientado al cierre de brechas de infraestructura, la dotación de equipamientos públicos, la actualización catastral con enfoque multipropósito o al impulso de proyectos que generan bienestar de largo plazo, puede generar círculos virtuosos de mayor inversión, recaudo y bienestar social”, señala la entidad.

 

Así, cuando se administra de forma técnica, transparente y alineada con las capacidades de cada territorio, la deuda pública deja de ser una carga y se transforma en un instrumento estratégico para acelerar la transformación económica y social de las regiones.

 

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